Bienvenidxs a la sexta edición de Marcadores, el newsletter de Brandvan. Gracias por seguir acá o por haberse sumado. Como siempre, acuérdense de que si tienen recomendaciones pueden dejarlas en este form o mandarnos mensaje de Instagram así las sumamos a la próxima edición 🙂
WhatsApp incorporó la posibilidad de escuchar los audios a 2x en su última actualización y decido empezar el newsletter agradeciéndole. Ya leí tweets de somos monstruos, qué horror, etc. Es cierto pero entre todas las cosas horribles que hacen las tecnologías, las plataformas y las redes esta me ahorra tiempo y me entregaré a ella aunque todo suene como Alvin y las ardillas.
Habiendo hecho este agradecimiento, el que para mí es el tema de la quincena:
Esta semana descubrí los newsgames. ¿Qué son? Videojuegos que cuentan una noticia o varias noticias. Estoy bastante obsesionada.
Un caso de éxito interesante es del 2017 y se llama The Uber Game. Lo publicó el Financial Times y el usuario juega a ser un conductor full time tratando de llegar a fin de mes. El juego está basado, según explican en el FT, en docenas de entrevistas con conductores de Uber.

Otro newsgame interesante es Harmony Square. Fue coproducido por la asociación holandesa DROG y la Universidad de Cambridge con el Centro de Participación Global (CEG). Es un videojuego de 10 minutos sobre desinformación y política. Sos el Director de Desinformación y en 4 niveles tenés que fomentar divisiones internas, enfrentar a los vecinos entre sí y generar caos en Harmony Square.

Uno más que también fue creado por DROG y la Universidad de Cambridge: Bad News. La misión del juego es muy simple: tenés que conseguir tantos seguidores como puedas mientras construís una falsa credibilidad como portal de noticias.

¿Sabías que Netflix está planteándose meterse en el mundo de los videojuegos? Algo tendrán.
Hace varios días que todo el planeta está tuiteando sobre el disco debut de Olivia Rodrigo. Para lxs que todavía no saben quién es: actriz, cantante y compositora estadounidense de 18 años que se hizo famosa por por interpretar a Paige Olvera en la serie original de Disney Channel, Bizaardvark.
Hago un paréntesis para traer rápido este poema de Mariano Blatt y seguir con lo que estamos hablando:

Volviendo a Olivia: 100% Gen Z. Las lyrics, la estética, la música. Todo me resulta interesante. “jealousy, jealousy” empieza diciendo:
I kind of want to throw my phone across the room
Cause all I see are girls too good to be true
With paper-white teeth and perfect bodies
Wish I didn’t care
Ahí tenemos a alguien que nació con redes sociales y ya vemos que hay gente que empatiza con ella:

Mientras tanto:
Stanford publica un paper con estos gráficos:

En París sale Be Real, la app que te obliga a subir 2 minutos de tu día siendo real.

En TikTok la aerolínea low-cost europea, Ryanair se viraliza con videos como este.
Y en los departamentos de marketing de muchas marcas es –oficialmente– el mes del rainbow-washing:

En otras noticias, Brainstorm Radio. Es una radio que tiene playlists curadas por distintxs ilustradores. Lo bueno es que descubrís música + ilustraciones (2x!). Todo en uno. Esta, por ejemplo, es de Jean Jullien, el ilustrador que hizo las publicidades de Andes:

Un descubrimiento más: Miko. Es una streamer virtual creada y controlada por la programadora The Technician. Miko no está generada 100% por CGI (Computer Generated Imagery) sino que se basa en un traje que toma sus movimientos. Tiene 640k seguidores y en promedio 7000 viewers cada vez que transmite en vivo.

No es la única virtual streamer ni la única que tiene muchos seguidores. También existe, por ejemplo, Ironmouse:

También hay influencers virtuales en Instagram como Lil Miquela hace ya muchos años:

Y Samsung acaba de lanzar su asistente virtual, Sam:

Como siempre, aparecieron memes:

Para cerrar: descubrí un Instagram que se llama @gorillasriderlife donde publican memes que muestran cómo es la vida de un rider de Gorillas, una app de delivery de supermercado que promete envíos en solo 10 minutos. La revolución será a través de memes o no será.
Hablamos en dos semanas,